Durante esta última semana, Fitur ha sido testigo del nacimiento de dos marcas turísticas que buscan reposicionar al centro/sur de Cantabria potenciando los valores, naturales, patrimoniales y sobre todo etnográficos de estas comarcas. La Asociación hace tiempo que forma parte de la ADT Campóo los valles, entidad promotora de la iniciativa y que persigue dinamizar la parte meridional de la comunidad y la cabecera del Besaya, ambas muy castigadas por el envejecimiento de la población.
Por ello, se hace necesario poner en valor todo el atractivo que durante décadas ha permanecido dormido a excepción de contados eventos como el día de Campóo o la Vijanera. Debemos ser capaces de aprovechar el tirón de acaparar los medios nacionales e internacionales y canalizar esa enorme difusión, imposible de asumir por ninguna institución si hubiese que pagar, para atraer visitantes el resto del año.
En el caso del Alto Besaya, el centro de Interpretación de la fiesta debe ser uno de los motores que contribuya a ese objetivo aunque desgraciadamente actualmente permanezca cerrado. En este sentido, una de las principales labores que está desarrollando la Asociación, como son las charlas en colegios, debería ser uno de los principales cometidos del museo dando a conocer la fiesta más antigua de Cantabria a las futuras generaciones.
Esperemos que dichos esfuerzos fructifiquen en un mejor futuro para nuestros valles que permita que al igual que lo hicimos nosotros, futuras generaciones puedan crecer en este entorno y participar de sus tradiciones. Por el momento «Tierra cobijada», «Senda y latido», «Cuna de Iberia» y «Tierra campurriana» son junto a «Tierra enmascarada» etiquetas perfectas para un contenido de calidad, único y de un alto valor.