Han pasado ya 4 años desde la última vez que los campañas sonaron por «a baixa» lisboeta, un periodo en el que tanto el Fimi como la Vijanera han crecido cada uno por su lado trabajando en lo más importante, el respeto y la difusión de este tipo de ritos a nivel mundial. Mañana un grupo de Vijaneros volverá a partir hacia tierras portuguesas con el objetivo de dejar el nombre de nuestro pueblo y sus tradiciones en lo más alto, algo que nos mueve por dentro y nos hace sobreponernos aunque muchas veces el viento sople en contra.
650 participantes, más de 30 grupos de Iberia y Cerdeña, cientos de miles de visitantes durante todo el fin de semana, repercusión en los medios de todo el planeta…. Sin duda argumentos que hablan de la trascendencia de este evento que tiene a las mascaradas como eje principal de su propuesta. No obstante, como siempre decimos, la Vijanera solo se puede ver una vez al año y es en su contexto. Lo que la capital lusa verá encabezando el desfile será una muestra desprovista de dos elementos definitorios de la fiesta como son el entorno físico y el social.
Cuando se se tensen las sogas y se cubran los primeros rostros, los Vijaneros volveremos a sentir ese impulso que nos hace diferentes pero que deseamos compartir con el resto de grupos. Desde siempre uno de los principales objetivos de estos encuentros esfomentar la relación entre los distintos pueblos que han sabido conservar estos ritos desde hace milenios. Gallegos, astures, leoneses, lusos, extremeños, cántabros y sardos pondremos en valor la cultura tradicional en un evento en el que desde siempre hemos sido bien acogidos y en el que el sábado a eso de las 5 de la tarde volveremos a demostrar lo que nos hace únicos.