Han pasado ya 12 meses desde que los campanos retumbaran en el corazón de Europa. Aún embargados por la emoción vivida esos días recordamos parte de lo acontecido en aquellas jornadas de un atípico  y también caluroso mes de febrero. Gracias al esfuerzo de la Asociación, del pueblo y toda la gente que nos prestó su ayuda, el sueño se hizo realidad y pudimos mostrar  en el país helvético una de nuestras más antiguas tradiciones.  Allí descubrimos una sociedad organizada, respetuosa con la cultura tradicional y en la que «todo funcionaba» como se suele decir: «igual que un reloj suizo».

También nos sirvió para compartir esta bonita experiencia con más de 35 grupos venidos de todo el continente y con quienes hemos mantenido contacto, fruto del cual podremos vivir muy pronto sensaciones similares. Descubrimos muchos trajes idénticos y otros realmente impresionantes que nos animaron a seguir descubriendo este mundo que también se encuentra en pleno auge fuera de nuestra península.

Seguiremos trabajando como hasta hora con el objetivo de seguir demostrando al mundo la Vijanera que armamos los de Silió.

Nochmals, vielen Dank für alles