Todo comenzó hace más de 10 años durante una reunión de vijaneros en el local. Todos veíamos como la fiesta comenzaba a crecer dentro de una sociedad en constante transformación en la que la imagen constituía un canal perfecto para transmitir la esencia de la mascarada. Instantes, gestos, movimientos, detalles… todo visto e interpretado por el objetivo del fotógrafo.
Remontándonos aún más, a comienzos de la década de los 80 ver una cámara de super 8 era casi ciencia ficción, pero gracias a la colaboración y afición de vecinos del pueblo tenemos los primeros documentos. Más tarde el VHS se internaba en la mascarada con grandes y pesados equipos que anticipaban la futura y masiva presencia en los medios. Sin embargo, en esa época no era muy común ver cámaras profesionales salvo algún periodista que se acercaba al rito como la gran Cristina García Rodero. Realmente la explosión se ha vivido ya en pleno siglo XXI con la aparición de las cámaras digitales.
Conscientes de todo ello, desde hace X ediciones la mascarada cuida aún más si cabe su faceta cultural al tiempo que potencia la fiesta por medio de las imágenes. Quizás uno de los efectos más patentes de este cambio son los carteles de los últimos años que aportan un plus de calidad a la promoción de la mascarada. Lo mismo sucede con el resto de catelería, web, redes sociales…
Sigue sonando a tópico y no es casualidad que año tras año nuestros comentarios sean similares. El hecho es que cada edición es más difícil elegir los ganadores, no solo por la cantidad si no por la calidad de los trabajos. Decir que nos enorgullece ver como cualquier persona que no pudo asistir puede comprender la esencia de la mascarada a través de las cerca de mil instantáneas recibidas.
Además de criterios puramente técnicos, el jurado ha valorado aspectos relacionados con la temática de la fiesta. No es un trabajo sencillo moverse entre las miles de personas que se acercan cada primer domingo de enero al pueblo. Tampoco lo es intentar capturar instantáneas de los más de 130 participantes que damos vida al rito. Por ello, tiene aún más mérito conseguir buenas imágenes y aportar una visión lo más completa posible aspecto se ha valorado a la hora de decidir los premios.
Un año más, queremos agradecer a todos los fotógrafos profesionales y aficionados su participación animando a todos a repetir el próximo año. Si esta iniciativa ha cumplido ya una década es gracias a todas aquellas personas que han querido aportar su visión de la Vijanera. Por ello, durante este año queremos poner en marcha una serie de actividades que recojan las instantáneas de estos diez años.
Y por fin, tras muchas deliberaciones el resultado del X Concurso fotográfico ha sido el siguiente:
Primer premio: César Manso
Segundo Premio: Santiago San Martín
Accésit: Ricardo López
Mejor fotógrafo del Valle de Iguña: Miguel Ángel Toca
Enhorabuena a los premiados y aprovechamos para animar a todos a repetir suerte en el XI Concurso Vijanera 2016