Durante los dos meses que tenemos por delante son muchas las tareas por hacer. Como ya hemos comentado antes, una de ellas es reparar y crear trapajones o trajes naturales para la próxima Vijanera. Con el tiempo, este grupo de personajes se han ido perfeccionando aumentando en complejidad. La idea es emplear todo lo que la naturaleza pone a nuestro alcance haciendo que tome vida por un día.
Sin duda, un lugar donde acudiremos a la hora de conseguir dichos materiales será el Monte Canales. Silió cuenta con uno de los robledales más extensos y mejor conservados de Cantabria. Esta es la mejor época para perderse por sus camberas, testigos de la importancia que el aprovechamiento de madera ha tenido siempre para nuestro pueblo.
De entre todos, el «Árbol», sin duda uno de los más espectaculares de las vijaneras moderas, elaborado paso a paso añadiendo cortezas a un traje de saca. Si bien durante unos años su forma fue totalmente cilíndrica, actualmente su aspecto antropomorfo le confiere un halo mitológico que hace que levante admiración a su paso.
Son precisamente las ganas de los vijaneros las que hacen que el resultado final sorprenda por su originalidad. Es lo que diferencia nuestra mascarada de otras muchas manifestaciones festivas modernas. El alma preciso para dar vida a todos estos seres se transmite llegando a todo aquel que se acerca a Silió a vivir la Vijanera.