Sidros y Comedies de Valdesoto (Asturias)

La misión del «sidro» es saltar y hacer sonar el «cencerru». Para ello avanza con un pequeño trote, logrando, al mismo tiempo, que se mueva con gracioso vaivén el pelo largo y suelto de les melenes.

Los «sidros» pueden ser dos o cuatro. Visten totalmente de blanco, llevan fajas que pueden ser rojas, azules o verdes, recubiertas con un cinturón del que cuelgan cencerros o esquilones, y por último, les «melenes», hechas con piel de oveja, con un trapo del mismo color que la faja a la altura de la cara con huecos para Los ojos, la nariz y la boca, rematadas por un rabo de «raposu». También llevan polainas de cuero. Portan grandes pértigas en las que nos apoyamos para dar saltos. De hecho, se dice que el mejor sidru ye el que más salta.

Por su parte, la comedia estaba integrada por personajes que eran representados siempre por actores varones. Eran el «vieyu», la «vieya», dos «dames», dos galanes, uno o dos tontos, un ciego, un criado, el diablo, etc. En cada parroquia había una comedia que representaba sus obras al salir de misa, y a su vez recorría los pueblos vecinos.

Los «sidros» dentro de la comedia tienen unas funciones muy delimitadas. Van delante de ella dando grandes saltos, saludando a las mozas de los pueblos y anunciando que llega la comedia. Se cuenta que un «sidro» nunca debe de pasar una «portilla», tiene que saltarla, así como las «sebes». Posteriormente, recogen el dinero y velan por el orden del corro que se forma en torno a la comedia.